De las muchas rutas que puedes hacer por Asturias te invitamos a esta que con el choque se realiza con facilidad… y felicidad
Si hablamos de Asturias, tenemos en la cabeza cuestiones como paisajes inolvidables, platos de otra época y carnes y pescados que nos harán disfrutar con sabores increíbles. Estamos hablando de que Asturias es una de las regiones europeas con más variedad gastronómica, además de combinarlo con rutas extraordinarias. Porque una de las cosas importantes de Asturias es que tiene la posibilidad de recorrer en coche y vivir experiencias únicas. Asturias se muestra tal y como es, no hay trampa ni cartón. Se trata de una tierra donde las tradiciones están a la vuelta de la esquina y donde sus platos están realizados por productos arrancados del huerto. Podemos decir que sus recetas están realizadas dentro de un perfil ecológico y sostenible.
Y si hablamos de Asturias nos tenemos que centrar en Oviedo. Una ciudad donde podemos dejar el coche perfectamente estacionado, porque se trata de una urbe donde que se puede conocer paseando. Pero antes de llegar a la capital, y dependiendo de donde salgamos, podemos atravesar Ávila, Valladolid, León y algunos que otros pueblos, cuyos encantos nos cuiden llevar a sorpresas agradables.
Comer en Oviedo es siempre sinónimo de un buen festín. No podemos irnos de esta tierra sin tener en nuestro estómago. Un buen resumen de toda la gastronomía que genera. La fabada, sin duda, es la estrella de la buena cocina del Principado. Casa Lobato es un clásico desde 1898. Otro lugar, la cocina cabal ganó el reconocimiento a lo mejor fabada del mundo en 2022. Casa Chema también es otro clásico, en el Caleyo. Y por supuesto, Casa Gerardo, que tiene una estrella Michelín y que sigue presentando la fabada como el plato principal de su menú.
Planifica tu ruta y recorre Asturias en coche
Una buena parada es el cabo Peñes, la tierra azotada por los vientos del norte, construida sobre acantilados imposibles. Desde el mar, aparece como un gigante agujereado por cuevas submarinas, con acantilados de vértigo y mesetas de verdes praderas con inesperados finales, faros singulares y pueblos marineros. Una tierra así imprime carácter.
Cita obligatoria es Gijón. La primera ciudad en población de Asturias ha sabido abrazar al viajero sin perder su esencia. A la vera de Gijón, en el interior, se extiende la Comarca del Nora, que toma su nombre del río que la atraviesa y acumula historias de peregrinos y comerciantes debido a su ubicación estratégica. Podemos seguir por la comarca de Avilés, que ejemplifica como ninguna el pasado, el presente y el futuro de Asturias. Por su tradición obrera y siderúrgica, de la que quedan aún multitud de restos arqueológicos industriales y chimeneas humeantes, por su capacidad para reinventarse y emerger de la crisis como un territorio moderno que sabe conservar su patrimonio y por sus sueños culturales y vanguardistas, además de su gastronomía.
Para concluir, esa pequeña ruta, aunque hay muchos otras posibles, el suroccidente de Asturias es un territorio verdaderamente singular, que no deja de sorprender a propios y foráneos. A la frondosidad de sus valles y los perfiles amables de sus montañas, se une, como valor añadido e imprescindible, lo servicial y acogedor de sus gentes. Y si hubiera que resaltar algunas notas icónicas del Parque Natural de Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias, que además es Reserva de la Biosfera, estas serían la viticultura, la minería y sus bosques (entre ellos, la Reserva Natural de Munieḷḷos).