Daniel Ricciardo, el ave fénix

Daniel Ricciardo: ocho victorias, 32 podios, tres poles, 16 vueltas rápidas y dos veces tercer clasificado en el mundial de pilotos de F1

Ave fénix, definición: Criatura mitológica de fuego, que según los antiguos era única en su especie, capaz de elevarse de manera majestuosa, a partir de las cenizas de su propia destrucción. No hay mejor definición que esta, del paso de Daniel Ricciardo por la categoría reina.

Daniel Ricciardo Red Bull
Daniel Ricciardo en su presentación con Renault (Fuente ANSA) 360motor.es

Desde su debut con HRT en 2011, hasta su reaparición a mediados de la temporada 2023 para sustituir a Nyck de Vries en Alpha Tauri. Una trayectoria llena de altibajos, en la que, durante más de una década subido a los coches más rápidos del planeta, el piloto australiano siempre nos ha fascinado con su estilo de conducción agresivo y su icónica sonrisa.

Ascenso meteórico

Ricciardo aterrizó en el gran baile de la mano de Red Bull, empezando como piloto de pruebas de la escudería italiana, Toro Rosso (actualmente Alpha Tauri) en 2010. Época marcada por el inicio de la racha ganadora de Sebastian Vettel en asociación con la escudería de bebidas energéticas.

Daniel Ricciardo, Red Bull
Daniel Ricciardo en Toro Rosso (Fuente ANSA) 360motor.es

Su primera oportunidad a los mandos de un monoplaza se la dio la escudería española, HRT, cuando en junio de 2011 sustituyó a uno de sus pilotos. El equipo venía de encadenar resultados muy dispares. Ricciardo no lo pudo hacer mejor que una 18º posición en carrera.

Sin embargo, al año siguiente el destino le esperaba. Toro Rosso decidió darle un nuevo aire a la escudería reemplazando a ambos pilotos, uno de los elegidos, el protagonista de esta historia. En la primera carrera, en Australia, tras una increíble remontada alcanzó la 9º posición, puntuando en su debut, con un coche que acabaría noveno en el mundial de constructores esa temporada. Puntuó en cinco ocasiones más, destacando un sexto puesto en la clasificación de Bahréin.

Debut con Red Bull

En 2014, Daniel Ricciardo da el salto a Red Bull, acompañado por Sebastian Vettel, que venía de ganar cuatro mundiales consecutivos. A pesar de ello, la era híbrida azotó duramente a la escudería austriaca. El nuevo coche no tenía suficiente evolución y los problemas mecánicos se sucedían. No obstante, Ricciardo logró una segunda posición en la primera carrera, Melbourne. Siendo descalificado más tarde, por haber superado el límite máximo de flujo combustible permitido para la nueva temporada. Otro nuevo revés para el fénix.

Daniel Ricciardo, Red Bull
Daniel Ricciardo en la celebración por la victoria en Mónaco de 2018 (Fuente ANSA) 360motor.es

Más adelante, en esa misma temporada, lograría su primer podio en el GP de España y su primera victoria en Canadá. Una gran temporada con tres victorias y cinco terceros puestos. Logró acabar tercero en el campeonato de pilotos, detrás de los aplastantes Mercedes y por delante de su compañero de equipo, el tetracampeón Sebastian Vettel. Otras cuatro temporadas más se sucedieron al frente de Red Bull en los que los buenos resultados se intercalaban con abandonos, con una maquinaria opacada completamente por el dominio absoluto de Mercedes. En su último año, ocho abandonos supusieron el colofón final a su etapa en la compañía austriaca. Además de una destacada rivalidad con Max Verstappen, en la que el equipo se volcó con el joven holandés.

Renault

En agosto de 2018, esta rivalidad le llevó a abandonar el equipo que le había visto crecer como piloto. Intentado apostar por una escudería histórica como Renault, el australiano firmó un contrato de dos años para intentar llegar, de una vez por todas, a la cima de la categoría reina. En declaraciones posteriores con el ingeniero jefe de Red Bull, Christian Horner, llegó a afirmar que se arrepentía del cambio.

A pesar de ello, y de un primer año muy irregular, en la que sanciones y abandonos no le permitieron brillar, realizó una segunda temporada sensacional. Dos podios y siete apariciones entre los cinco primeros, le llevaron al quinto escalafón del mundial, doblando en puntos a su compañero de equipo, Esteban Ocon.

McLaren

Estas actuaciones no pasaron inadvertidas. Conseguir revivir a una escudería de la que no se esperaba nada, llamó la atención de otra histórica, McLaren. De nuevo y como es tradición para Ricciardo, el ave fénix volvió a destruirse. Comenzó su nueva etapa obliterado por su compañero, Lando Norris. Un monoplaza al que no conseguía adaptar su agresivo estilo de conducción. Esto le llevaba a puntuar en contadas ocasiones y siempre detrás del joven británico de su mismo equipo. Sin embargo, el ave fénix renace de sus cenizas. Esta vez lo hizo en forma de victoria en el gran premio de Monza, victoria que hasta la fecha es la única de McLaren desde 2012, y la que el jefe de equipo, Zack Brown, lleva tatuada.

Un fulgurante momento que no cambiaba la realidad. Ricciardo no se hacía con el coche. En una segunda temporada con la escudería británica, los pésimos resultados continuaban. Por lo que, desde la directiva de la marca de automóviles de lujo, se decidió rescindir el contrato de 20 millones que ataba al australiano un año más al equipo. Sin asiento y sin huecos libres en la parrilla el australiano tuvo que partir hacia nuevos horizontes.

El regreso del hijo pródigo

Daniel Ricciardo pudo regresar a Red Bull, en un acto más bien de caridad. Le acogió de nuevo como piloto de pruebas. Un trabajo que desde siempre ha significado el final de muchas carreras deportivas, y del que no se esperaba una nueva resurrección. Muchos dieron por muerta su trayectoria en el gran circo. A lo que Ricciardo, nuevamente demostró que le quedaba una última llama de la que resurgir.

Daniel Ricciardo, Red Bull
Daniel Ricciardo celebrando el podio en Imola 2020 con Renault (Fuente ANSA) 360motor.es

Tras los decepcionantes resultados del debutante, Nyck de Vries, en la primera mitad de la actual temporada. Una última oportunidad surgía. Y los mandos del Alpha Tauri volvieron a caer en sus manos más de una década después. Manos que en la tercera carrera que disputaba tras su regreso, se partiría al tratar de esquivar a su excompañero, Lando Norris, accidentado en una de las curvas del circuito de Zandvoort. Seis grandes premios más tarde, en México, volvería ya recuperado. Nada se esperaba de él, con las muñecas débiles y en el coche más lento de la parrilla, que cruzase la línea de meta ya sería todo un mérito, apuntaban los ingenieros de la escudería italiana.

Logró clasificar cuarto y terminar la carrera séptimo, alzando a su equipo dos posiciones más arriba en el campeonato de constructores. Puntuando, en un solo fin de semana, más de la mitad de puntos que su compañero en toda la temporada. El ave fénix ha vuelto resurgir de sus cenizas. Echábamos de menos tu sonrisa, Daniel Ricciardo.

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