Los protagonistas de la carrera llevaron el cuerpo al límite humano por culpa de las temperaturas que rondaron los 50-60 grados dentro del vehículo
La Fórmula 1 ha vivido este fin de semana uno de los grandes premios que pasará a la historia, aunque no precisamente para bien. A pesar de que Max Verstappen se proclamó tricampeón del mundo lo hizo de la forma más antinatural en este deporte: en la carrera al sprint que se desarrolló el sábado.
Y es que resulta que el domingo, ya en la carrera en la que Verstappen tenía que celebrar su título los pilotos vivieron un auténtico infierno en el circuito de Losail. La carrera se disputó con más de 40 grados en el ambiente, lo que significa que el habitáculo del coche en el que se encontraban los pilotos llego a alcanzar los 50-60 grados de temperatura.
Una temperatura que los pilotos tuvieron que aguantar durante casi dos horas. Y las consecuencias llegaron al instante; algunos pilotos abandonaron por deshidratación severa, desmayos en el centro médico, vómitos o quemaduras hicieron del Gran Premio la carrera más dura de la Fórmula 1.
Las dificultades de los pilotos
Durante la carrera se dieron todo tipo de problemas. El piloto Esteban Ocon vomitó en el interior de su casco y tuvo que completar las 42 vueltas siguientes en estas circunstancias. Logan Sargeant se retiró a falta de quince vueltas por una deshidratación severa, «No hay de qué avergonzarse por parar si te sientes mal», le dijo su equipo.
El piloto español Fernando Alonso comunicaba por la radio a su equipo que el asiento quemaba y pidió que le ayudarán en la parada en boxes con un cubo de agua o alguna solución, aunque fue algo difícil de remediar ya que por seguridad no se tomó esa decisión. Según desvelaron en ‘Cope’, el asturiano presenta ligeras quemaduras en el brazo derecho y el glúteo. Ya en declaraciones post carrera, el asturiano reconoció que había vivido un infierno: «Físicamente fue una carrera dura, con condiciones bastante extremas. De las más duras de mi carrera»
Fueron muchos los pilotos que necesitaron ayuda tras completar los 57 giros programados para la carrera de ayer. Albon, Sargeant, Stroll… todos ellos pasaron por el centro médico del circuito, y alguno incluso se desmayó.
El año que viene la Fórmula 1 volverá a Qatar para celebrar el tercer gran premio de la historia de la categoría en el país árabe. Pero lo hará durante el último fin de semana de noviembre, cuando las temperaturas suelen rondar los 30 grados.
